Por Tobías Galdo
Este lugar captura la esencia de los clásicos bares irlandeses, con abundante madera y diversos ambientes en un solo sitio: desde sillones y mesas altas hasta acogedores livings y una terraza impecable. La barra es espectacular, ofreciendo buenos tragos y coctelería de calidad, aunque la selección de cervezas es algo limitada. Además, la música en vivo es de primera categoría, con actuaciones de diferentes bandas; la última que vi fue de jazz, y estuvo excelente. Y no solo eso, también se come muy bien, lo que lo convierte en una opción ideal para disfrutar con amigos o en pareja.

El ambiente se anima especialmente los viernes por la noche, cuando hay shows en vivo. Si planeas asistir, es recomendable llegar temprano o, si prefieres, después de la medianoche para evitar la espera. Los creadores del lugar han logrado reproducir con detalle la atmósfera de los clásicos bares de Retiro, lo que lo hace un espacio único y memorable. Vale la pena la visita.