Buenos Aires, 30 de octubre de 2024 – Este miércoles, la capital argentina amaneció paralizada debido a un paro de transporte que afecta a subtes, trenes, camiones y aviones, en una medida impulsada por los sindicatos más radicales en respuesta a las políticas del gobierno de Javier Milei. La situación generó un impacto significativo en la movilidad de miles de trabajadores y ciudadanos, especialmente en puntos neurálgicos como la Estación Plaza Constitución.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, fueron los encargados de transmitir la posición oficial del Gobierno, que calificó la protesta como “una medida de la casta”. Adorni utilizó su cuenta de X para señalar que “la gente no trabaja solo si la obligan a no hacerlo impidiéndole llegar a sus puestos de trabajo”. Esta declaración resalta la postura del Gobierno en defensa de la actividad laboral en un contexto de confrontación con los sindicatos.
Mogetta, por su parte, enfatizó que los principales afectados por el paro son los trabajadores que no disfrutan de los privilegios de los sindicalistas. “La convocatoria al paro de esta gente que se juntó para esta medida, Biró, Moyano, son los máximos privilegiados de la casta sindical”, afirmó. El secretario de Transporte subrayó la falta de consideración de los sindicalistas hacia el bienestar de los trabajadores comunes, acusándolos de ser “jinetes del atraso” y “pilotos de un tren fantasma”.
En una crítica directa, Mogetta consideró que el paro representa un “boicot político” de líderes sindicales que buscan preservar sus intereses personales, distanciándose de la realidad de la mayoría de los argentinos. “Son funcionales a un grupo de dirigentes que está tratando de organizarse para confiscarle la vida a un Gobierno que no para de crecer”, añadió en una entrevista radial.
A pesar de las críticas del Gobierno, los sindicatos insisten en que el paro es una herramienta legítima para reclamar mejoras en las condiciones laborales y resistir las políticas que consideran perjudiciales. La situación actual refleja una polarización creciente entre el Gobierno y los sectores sindicales, en un clima de tensión que se vislumbra continuará en las próximas semanas.
En resumen, el paro de hoy no solo ha causado un colapso en el sistema de transporte de Buenos Aires, sino que también ha intensificado el enfrentamiento entre el Gobierno y los sindicatos, marcando un capítulo más en la lucha por los derechos laborales en Argentina.