El portavoz del gobierno, Manuel Adorni, junto al ministro de Desregulación y Modernización, Federico Sturzenegger, anunció la firma de una resolución que prohíbe la herencia de cargos públicos.
Esta disposición determina que los familiares o cónyuges de empleados estatales que han fallecido no podrán ocupar esos puestos, priorizando el mérito y la capacidad individual.
Con esta medida se pone fin a la práctica de heredar empleos estatales, que permitía a los parientes directos de trabajadores fallecidos acceder a ciertos cargos en la administración pública. Esta situación había sido eliminada durante el gobierno de Mauricio Macri, pero fue restablecida en la gestión de Alberto Fernández, habilitando nuevamente la herencia de puestos en entidades clave como la AFIP y el Banco Central.
A partir de ahora, las designaciones en el sector público se realizarán únicamente en función del mérito y el esfuerzo, dejando atrás cualquier privilegio heredado.“En esta Argentina, nadie tiene sangre azul”, subrayó Adorni, enfatizando la importancia de las capacidades personales sobre las relaciones familiares. La resolución busca fortalecer la transparencia y la igualdad de oportunidades en el acceso a los cargos públicos, sentando un precedente en la lucha contra el clientelismo y la nepotismo en el Estado.