Hoy conmemoramos y rendimos tributo a las víctimas y sobrevivientes del terrorismo. En un mundo lleno de turbulencia, donde se propagan el odio y la discordia, ocurren diariamente actos terribles y repudiables.
Los actos terroristas, que difunden ideologías de odio, causan heridas, daños y muertes a miles de personas inocentes cada año. Estos eventos no solo tienen lugar en diversas partes del mundo, sino que también han afectado a la República Argentina.
A pesar de la condena global hacia el terrorismo, las víctimas y sobrevivientes a menudo luchan para que sus voces sean escuchadas, sus necesidades atendidas y sus derechos respetados.
La vida de las personas y familias afectadas por el terrorismo cambia de manera irreversible. Además, una vez que se satisfacen sus necesidades inmediatas, se sienten frecuentemente olvidadas y desamparadas. Las cicatrices, tanto visibles como invisibles, nunca llegan a sanar por completo.
Rendimos homenaje a todas las víctimas y sobrevivientes, especialmente a aquellos que han elegido compartir sus relatos de perseverancia y perdón.
Juntos, podemos contribuir a educar a las generaciones actuales y futuras.
Debemos trabajar para construir sociedades más pacíficas y resilientes para todos.
Como decía Mahatma Gandhi: “Es posible luchar por ideales sin recurrir jamás a la violencia, en ninguna circunstancia y desde ningún ángulo”.
La paz es el camino. Eduquemos para la paz.